La ansiedad por comer, trastorno por atracón, en la versión más reciente del Manual Estadístico y Diagnóstico de los Trastornos Mentales (DSM-V) aparece clasificado como un trastorno independiente de la conducta alimentaria. Las personas que lo padecen sienten unos deseos irrefrenables de consumir alimentos sin llevar a cabo ningún tipo de control.

Este trastorno fue descrito en 1959 por primera vez por el investigador Albert Stunkard que lo definió como “síndrome de alimentación nocturna”. Tiempo después se omitió el carácter nocturno para hacer referencia a la conducta compulsiva de comer en cualquier momento del día. Es en ese momento cuando surge la denominación “Trastorno por Atracón”.

Cualquier persona en distintas situaciones, ya sean celebraciones o festividades, puede excederse un poco de su manera habitual de alimentarse y volver a la normalidad al día siguiente. Sin embargo, para algunas personas, la ansiedad por comer  y hacerlo en exceso, es la norma y cuando esto se vuelve habitual aparece el trastorno por atracón.

La persona que padece este trastorno siente que ha perdido el control de su alimentación y como consecuencia entra en una espiral de la que le resultará muy difícil salir sin ayuda.

 

 

 

¿En qué se diferencian el trastorno por atracón y la bulimia?

El trastorno por atracón y la bulimia tienen muchas cosas en común, razón por la cual en ocasiones resulta complicado diferenciarlos. 

La diferencia principal entre ambos trastornos reside en la presencia o ausencia de conductas compensatorias. En este sentido, la principal conducta compensatoria de la bulimia consiste en la provocación del vómito, cosa que no sucede en el trastorno por atracón.

Por otro lado, en la bulimia son frecuentes los cambios constantes en el peso en un intento de regular los excesos de comida. Sin embargo en el trastorno por atracón el peso (o exceso de peso) es más constante a lo largo del tiempo.

Además, la provocación del vómito en la bulimia trae como consecuencia en una serie de cambios físicos evidentes como el desgaste del esmalte dental o dolor de garganta. Estos cambios no se presentan en el trastorno por atracón.

Síntomas de la ansiedad por comer 

Las personas que padecen trastorno por atracón no pueden resistir la necesidad de comer y siempre terminan sobrepasando la cantidad de calorías que necesitan para un óptimo funcionamiento de su cuerpo.

Un amplio porcentaje de las personas que tienen ansiedad por comer y padecen trastorno por atracón tienen sobrepeso o son obesas. Esto es algo obvio ya que el exceso de calorías que el cuerpo no puede quemar se almacena en forma de grasa.

Entre los síntomas más comunes del trastorno por atracón se encuentran los siguientes:

– Ingerir cantidades muy grandes de alimentos en un intervalo de tiempo específico.

– Sentir que su conducta alimentaria está fuera de control

– Ingerir alimentos cuando no se tiene hambre

– Comer muy rápido durante un episodio de atracón

– Preferir comer en soledad debido a la vergüenza que le produce su forma de comer.

– Sentir culpabilidad, asco o enfado después de comer en exceso.

– Estar siempre haciendo dieta sin conseguir bajar de peso.

 

Además de la sintomatología relacionada propiamente con la conducta de comer, encontramos una serie de síntomas físicos que son consecuencia directa de un exceso calórico mantenido en el tiempo:

– Problemas de digestión: sentirse hinchado y tener digestiones largas

– Dilatación de estómago

– Dolores de cabeza, musculares y articulares

– Estrés y problemas para dormir

– Sobrepeso y obesidad

– Hipertensión arterial

– Problemas de colesterol

– Problemas relacionados con la menstruación

– Depresión

Causas del trastorno por atracón

En la actualidad se ha asociado mucho el trastorno por atracón con las conductas adictivas. Concretamente se ha demostrado que cuando el comedor compulsivo ingiere alimentos produce una liberación anormal de serotonina y dopamina, ambos neurotransmisores ocupan un papel primordial en los centros de recompensa del cerebro.

Otros estudios relacionan ciertos problemas en la regulación emocional con el padecimiento de este trastorno. En este sentido el trastorno por atracón tiene más probabilidades de aparecer en personas que no han aprendido a gestionar sus emociones (ira, aburrimiento, tristeza) de manera adaptativa y tratan de silenciarlas mediante la ingesta de comida.

Tratamiento para el trastorno por atracón

Está demostrado que el tratamiento más efectivo el trastorno por atracón es la terapia cognitivo conductual. Por un lado se trabajan los aspectos cognitivos del problema (preocupaciones por el peso y por la comida, problemas de autoestima, etc.) y por otro lado se incide en los aspectos relacionados con los hábitos alimentarios con el objetivo de modificar la conducta de comer.

También son muy útiles las técnicas de regulación emocional que enseñan a los pacientes a relacionarse con sus emociones de una manera más adecuada sin recurrir a la conducta compulsiva de comer. Muchas personas confunden las sensaciones de la ansiedad con el hambre y una adecuada regulación emocional les puede ayudar a diferenciar ambas sensaciones.

Los fármacos también pueden ser una buena opción de tratamiento para los casos más graves. En este sentido algunos medicamentos antidepresivos como los ISRS (Inhibidores Selectivos de Recaptación de Serotonina) han mostrado eficacia para el tratamiento.

Por último, el aprendizaje de nociones básicas de nutrición por mediación de un médico o un nutricionista también puede resultar una gran ayuda de cara a comprender el funcionamiento y utilidad de cada alimento en nuestro cuerpo.