El síndrome del impostor es un problema psicológico en el que quien lo sufre no es capaz de reconocer sus propios logros y valía personal. También recibe el nombre de “fenómeno del impostor” o “síndrome de fraude.”

Es posible que tengas muchos éxitos a lo largo de tu vida, desde sacar buenas notas en la escuela o universidad hasta desarrollar una buena carrera profesional con un puesto de trabajo de responsabilidad. Sin embargo vives con el miedo constante a no estar a la altura de las circunstancias y a que en cualquier momento alguien pueda desemascararte y que se descubra todo tu engaño.

Aunque existe una evidencia objetiva de los logros que ha obtenido a lo largo de su vida, interiormente la persona piensa que no los merece o que son fruto de factores externos como un golpe de suerte o simplemente por una coincidencia y nunca son una consecuencia de sus propias aptitudes o inteligencia.

Si esto te ocurre es muy posible que estés sufriendo el síndrome del impostor.

Antes de continuar es preciso puntualizar que el síndrome del impostor no es un trastorno clínico clasificado oficialmente en manuales psicológicos, sin embargo sí que hay coincidencia en agrupar bajo dicho término una serie de síntomas clínicos que causan malestar emocional y generan angustia y sufrimiento en el paciente.

 

Síntomas del síndrome del impostor

Entre los síntomas más frecuentes del síndrome del impostor encontramos:

Falta de confianza en las propias aptitudes y competencias.

Miedo constante a ser descubierto o desenmascarado por terceras personas que supuestamente están siendo engañadas.

Baja autoestima: La persona piensa que no es merecedora de aquellas circunstancias positivas que le ocurren.

Inseguridad en distintos ámbitos: académico, laboral e incluso social

Visualización de fracasos: La persona imagina y visualiza constantemente posibles fracasos ante situaciones que ya ha superado exitosamente con anterioridad.

Insatisfacción permanente: A pesar de los éxitos y logros obtenidos, la persona sigue sin sentirse completamente llena y satisfecha y cada vez se marca metas más altas quizá en un intento de autodemostrar su propia valía.

Sentimientos de culpa: La culpa surge por la creencia de estar engañando a terceras personas.

Todo lo anterior genera un cuadro sintomático que puede oscilar entre la ansiedad o la depresión dependiendo del contexto de cada momento. Por un lado puede surgir ansiedad anticipatoria al enfrentarse a diferentes situaciones profesionales en las que la persona piensa que no va a estar a la altura y por otro lado esta forma de vivir con miedo e inseguridad constante puede desembocar en cuadros depresivos.

 

Causas del síndrome del impostor

Expectativas demasiado altas: La persona que sufre este síndrome tiene unas expectativas demasiado altas sobre sí misma, expectativas casi utópicas y nada de lo que consigue le parece suficiente ni digno de elogiarse.

Perfeccionismo: Cuando el grado de perfeccionismo de una persona es demasiado elevado, no estará satisfecho con lo que vaya consiguiendo ya que siempre pensará que un determinado trabajo o tarea podría haberlo realizado mejor y por tanto el logro obtenido no es merecido. 

Autoexigencia: La autoexigencia está muy relacionada con el perfeccionismo. Una persona autoexigente suele tener un grado elevado de perfeccionismo.

Además de lo anterior también es posible encontrar unas causas relacionadas con la historia de aprendizajes de la propia persona junto a determinados aspectos cognitivos que le hacen ver la realidad de una determinada forma.

Es más probable que presenten este síndrome personas que han sufrido críticas en su infancia o juventud por parte de padres, hermanos o profesores. Se trata de figuras significativas que en un momento dado no supieron valorar sus aptitudes y logros y por tanto se generó una herida emocional que nunca ha conseguido ser cerrada.

Junto a la historia personal es necesario también hacer referencia a la forma en la que la persona percibe y asimila la realidad, hablamos de los estilos cognitivos. Las persona que sufren el síndrome del impostor tienden a hacer atribuciones externas hacia aquello que les ocurre, por tanto si consiguen algo valioso para ellos tenderán a pensar que ha sido fruto del azar o de la suerte y nunca debido a su propia valía personal.

 

¿Existe tratamiento psicológico para el síndrome del impostor?

Al tratarse tanto de un problema emocional como de una distorsión cognitiva, sí que existe tratamiento psicológico que tendrá mayor o menor duración en función de la magnitud de los síntomas que se traen a consulta. En algunos casos este síndrome viene asociado a personalidades muy inseguras y con baja autoestima que llegan a consulta con cuadros elevados de ansiedad y/o depresión.

Si te has sentido identificada o identificado con alguno de los síntomas que hemos desarrollado en este artículo, puedes contactarme sin ningún compromiso para valorar tu caso.