Puedes comunicarte mejor, expresar de forma auténtica y consciente tus sentimientos, necesidades y deseos con esta técnica que te mostrará las claves para una comunicación empática y respetuosa.
¿TE HA OCURRIDO QUE…?
- Piensas que te mereces un aumento de sueldo pero no te atreves a pedirlo.
- Un amigo al que hace tiempo que no ves, te llama y te pide que le lleves en tu coche a hacer una gestión, no te apetece nada pero al final accedes; no quieres que se enfade y arriesgarte a dejar de verlo para siempre.
- Hace tiempo prestaste un libro a un compañero de trabajo y a pesar de tus indirectas no te lo devuelve; no sabes cómo pedírselo directamente.
Seguro que éstas u otras situaciones te son familiares, que más de una vez no te has atrevido a hacer lo que pensabas que debías hacer. Y te sientes mal contigo por no comunicarte mejor.
Y sientes que te traicionas y piensas “…si no me respeto yo como voy a hacer que me respeten los demás?”
La respuesta a esa pregunta es: a través del desarrollo de tu asertividad.
Desarrolla tu asertividad
La asertividad es una forma de comunicación que se apoya en una sana autoestima y desea el respeto propio y el de los demás.
Es una forma de comunicación consciente que no hiere ni daña y que permite la expresión de opiniones, emociones, deseos y pensamientos desde la honestidad y la autoestima.
La autoestima, y su expresión la asertividad, implica una forma de estar ante la vida. Ayuda a desarrollar habilidades relacionales y se utiliza para comunicarte mejor.
¿Para qué te sirve comunicarte mejor?
Para comunicar tus deseos y tus necesidades. Solo si tú expresas lo que deseas tienes la posibilidad de que tus necesidades se puedan satisfacer. Ya sabes lo que digo siempre: “lo que no se nombra no existe”.
Para desarrollar una sana comunicación ya que al compartir tus emociones con los demás se propicia que la otra persona se comunique contigo de la misma manera.
Tus deseos, peticiones etc al ser formuladas con claridad tienen más posibilidades de ser comprendidas.
Para expresar tus emociones negativas en coherencia con tus pensamientos y sin herir a los demás.
Decir “no” sin sentirte culpable.
Aceptar y recibir cumplidos, emociones positivas de manera natural.
Algunas claves para una mejor comunicación
La asertividad no es la solución a todos los problemas ya que cada contexto es diferente y no es adecuado utilizarla en “modo piloto automático” para todas las ocasiones, pero el saber que dispones de recursos para expresar de forma auténtica y consciente tus sentimientos te reconforta y te abre la puerta para que vivas de forma más armónica y feliz.
Es una habilidad comunicativa que se puede aprender y desarrollar; es cierto que lleva un cierto trabajo pero no te va a suponer más esfuerzo que cualquier cambio de hábitos.
Y te aseguro que por sus resultados merece la pena la voluntad de trabajar para conseguirlo.
Actitudes para una mejor comunicación
- La gente no tiene por qué saber lo que te molesta ni lo que quieres ni lo que esperas de ellos en cada momento. Solo son tus amigos, tus familiares, tus compañeros. No son adivinos. El argumento de “…ya me conocen lo suficiente…” “…ella-él sabe que yo…” es simplemente una excusa para no dar un paso al frente.
Si quieres, necesitas, piensas lo que sea lo dices y ya está. Mira así : “Vale, pero yo quiero…” “…he pensado que…” “…me gustaría…”. Prueba a decirlo. Es fácil.
- No hay verdades absolutas. La verdad es un invento humano para poder entender el mundo que nos rodea y se basa en nuestras experiencias, conocimientos y pensamientos. NO existe La Verdad, sino Tu Verdad, Su Verdad …
Nunca se te podrá negar la verdad de cómo te sientes ni de lo que piensas:
Si “me entristece que….”, “me alegra que…”, “…me enfada que…” ¿quién te puede decir que no estás en tu verdad?
- Para que tu comunicación sea objetiva y no agresiva haz referencia a hechos objetivos, no emitas opiniones y mucho menos huye de opinar de forma negativa.
Quiero decir: Si dices “tu escrito está para tirarlo a la basura” posiblemente la otra persona se sentirá dañada y necesitará defenderse.
Si dices: “me gustaría que igualases el formato en todas las páginas del documento”; no solo dices lo que quieres de forma concreta y sin herir sino que además tienes muchas posibilidades de conseguir aquello que tú quieres.
- Describe tus emociones. Las emociones se contagian y cuando expresas lo que sientes facilitas que la otra persona empatice contigo ya que conoce la emoción a la que te refieres. Esto hace que la otra persona se muestre más receptiva a tus necesidades y a lo que le estás diciendo.
¿Qué te parece más útil?: “siempre me dejas sola” o “me habría gustado que hoy me acompañases al médico”.
- Tu cuerpo también habla de ti, por lo que tu lenguaje corporal tiene que ser asertivo también. Presta atención a tu postura, permite que tu cuerpo tenga una actitud corporal firme, abierta y calmada. Utilizando tu comunicación no vernbal puedes comunicarte mejor.
El fin último de la comunicación asertiva es el desarrollo de tu autoestima. Cuanto más te respetes más te respetarán los demás.
Y ahora: ¿Te apetece decir lo que quieres?
Imágenes: Pixabay