El parto es uno de los momentos más bonitos en la vida de cualquier mujer, en el que la alegría y la emoción se vuelven protagonistas. Pero en ocasiones puede ocurrir que la realidad no es como esperamos. A veces el parto se convierte en un parto traumático, una experiencia dura y difícil.
Cuando el bebé nace con algún problema médico, o cuando se somete a la mujer a procedimientos invasivos durante el parto, las sensaciones negativas como el miedo o la ansiedad, si son lo suficientemente intensas, pueden llegar a generar estrés postraumático, similar al que experimentan las víctimas de experiencias violentas.
Parto Traumático: Síntomas
Recuerdos invasivos
Uno de los principales síntomas es la aparición de recuerdos invasivos, que surgen espontáneamente durante la noche, en momentos de descanso o incluso al realizar tareas cotidianas.
Estos recuerdos suelen acompañarse de reexperimentación, miedo y ansiedad, irritabilidad, palpitaciones o deseo de llanto.
Puede ocurrir con mayor frecuencia en mujeres que han sufrido traumas con anterioridad, pero no existe un factor claro que predisponga a ello.
Pero la intensidad de ese miedo puede ser tan fuerte, que se mantenga con el paso de los años e impida a la mujer ampliar su familia y tener más hijos.
Depresión postparto
La depresión postparto, que generalmente no se acompaña de flashbacks ni recuerdos intrusivos y va asociada a sentimientos de tristeza, falta de concentración y dificultad para sentir alegría o afectividad hacia los hijos.
La depresión postparto está más popularizada y es común confundirlas por error, aunque sus signos sean muy diferentes y fácilmente identificables para un profesional de la psicología.
Parto traumático: Estrés postraumático
El parto es un momento natural en la vida de la mujer, nuestro cuerpo está preparado para ello.
Sin embargo, el entorno medicalizado de los hospitales, las pruebas médicas, los procedimientos invasivos, etc. son una fuente de estrés importante que puede derivar en estrés postraumático
Por eso no es algo extraño que la mujer pueda desarrollar estrés postraumático como consecuencia del parto, tras sentirse agredida, humillada o haber temido por su vida.
Cuando esto ocurre, el sentimiento de incomprensión frente a los demás, amigos, familiares, pareja, etc. sirve para aislar todavía más a la mujer y hacer que se sienta culpable.
Pero no. Has de saber que tienes derecho a sentir esas emociones sin que nadie te juzgue por ello. Es importante que aprendas a identificarlas, antes de que el estrés postparto termine por limitar tu calidad de vida y condicionar tu felicidad.
Muchas mujeres se equivocan al pensar que esto solo les ha ocurrido a ellas, y terminan por aislarse emocionalmente de los demás. El estrés post parto es una realidad más frecuente de lo que creemos.
Si has vivido un parto traumático, desde mi Centro de Psicólogos Madrid puedo ayudarte a superar esta dolorosa situación y que vivas así en plenitud los hermosos sentimientos que te ofrecen el hecho de ser madre