Distimia
La distimia también es conocida como trastorno depresivo persistente. Si has perdido el interés en las actividades de la vida cotidiana, sientes desesperanza, baja autoestima y sensación general de inadecuación, es posible que la sufras.
¿Qué es la distimia?
En algunos momentos de la vida, el sentirte triste, sin ilusión, se puede considerar normal, pero cuando esa tristeza se ha convertido en tu “forma de ser” estamos hablando de un tipo de depresión.
La distimia, es un tipo de depresión crónica que causa que los estados de ánimo de la persona estén normalmente bajos y se vea a sí misma como “triste” o “desanimada”, sin interés por las cosas y se perciba como con poca valía e interés.
La distimia reduce la calidad de vida y puede desencadenar problemas en el trabajo y en la familia. Si la distimia empeora, se puede convertir en una depresión profunda.
Es normal que hasta cierto punto se confundan los síntomas de la depresión y de la distimia. Sin embargo, la diferencia principal la encontramos en la intensidad y duración de los síntomas.
Por un lado, una persona que sufre distimia puede manejar los síntomas mejor que alguien que sufre depresión ya que éstos son menos incapacitantes. Por otro lado, la duración de la distimia es mucho más dilatada en el tiempo que la depresión mayor, hasta tal punto que puede llegar a convertirse en un trastorno crónico.
¿Cuáles son los síntomas de la distimia?
Al igual que ocurre con otros trastornos depresivos, los síntomas de la distimia pueden variar mucho de unos individuos a otros, siendo los más comunes los siguientes:
- Sensación de vacío continua
- Tristeza
- Ansiedad
- Dificultad para concentrarse y tomar decisiones
- Incremento de los sentimientos de culpabilidad
- Pensamientos o ideación suicida
- Alteraciones en el apetito o hábitos de sueño
- Disminución de la energía
Para poder dar el diagnóstico de distimia, es necesario que un adulto presente los síntomas durante al menos dos años. En el caso de los niños y adolescentes es distinto, en ellos es suficiente con que el estado de ánimo deprimido se haya mantenido durante al menos 1 año para poder dar el diagnóstico de distimia.
Tratamiento psicológico para la distimia
La terapia cognitivo-conductual es la que ha demostrado tener mayor eficacia en el tratamiento de la distimia. Por un lado, este tipo de terapia ayuda a modificar la visión distorsionada que puede tener el paciente tanto del mundo como de sí mismo, y además le permitirá eliminar comportamientos que estén manteniendo el problema junto al aprendizaje de otro tipo de conductas más adaptativas.
En ocasiones también puede ser necesario combinar la terapia psicológica con tratamiento farmacológico.

Durante más de 25 años he ayudado a personas con trastornos depresivos y distimia en mi centro de Psicología en Madrid. Juntos trabajaremos para poner a tu disposición las herramientas que te ayudarán a recuperar la ilusión y las ganas de disfrutar de la vida.
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