Las circunstancias extraordinarias que estamos viviendo durante las últimas semanas están acentuando el sufrimiento de las personas que ya padecían algún trastorno. Es difícil que a una persona sin un trastorno previo, esta situación no le esté afectando en mayor o menor grado. Sin embargo cuando hablamos de personas que ya tenían algún problema, como pueden ser la ansiedad o la depresión, es probable que este sufrimiento sea aún mayor.
En este artículo voy a comentar cómo el confinamiento está afectando a la depresión y propondré algunas estrategias y herramientas para que el día a día de estas personas sea más llevadero.
¿Cómo afecta el aislamiento a una persona con depresión?
La depresión es un trastorno caracterizado por diversos síntomas como pueden ser la tristeza, sentimientos de soledad, desesperanza y melancolía. Durante estas semanas es normal sentir alguno de estos síntomas en mayor o menor grado. Sin embargo si eres una persona que ya contaba con un trastorno depresivo, es muy probable que tus síntomas se hayan acentuado.
Una de los síntomas más comunes e incapacitantes de la depresión es el descenso de la actividad de quien la padece. Una persona con depresión cada vez hace menos cosas y como consecuencia, cada vez le apetece menos hacer cosas. Es un circulo vicioso del que se puede salir con una terapia para la depresión adecuada .
Sin embargo durante estos días nuestra actividad está limitada por fuerza mayor. Por lo tanto es un poco más complicado seguir una rutina prescrita basada en incrementar la actividad física. Hacer deporte en el exterior está prohibido (salvo que dispongas de un jardín amplio o terraza) y tampoco es posible quedar con amigos o familiares.
Aún siendo esto así, es posible seguir una rutina diaria que permita a las personas con un trastorno depresivo sentir que continúan llevando las riendas de su vida.
En las últimas semanas hemos escuchado a psicólogos en medios de comunicación hablar de la importancia de crearnos una rutina diaria para mantener un adecuado equilibrio mental. Si esto es importante para la población en general, para una persona con un trastorno depresivo es casi una obligación.
Propuesta de rutina diaria
La cantidad de cosas que puedes hacer durante el día va a depender de muchos factores: si sigues trabajando o te han hecho un ERTE, si vives solo o en pareja, y por supuesto si tienes algún familiar a tu cargo, ya sea padres o hijos. Por lo tanto la rutina que marco a continuación está compuesta por diversas actividades para integrar en tu día a día de acuerdo a tus posibilidades.
Es tarea tuya diseñarte tu propio horario de actividades de acuerdo a tus circunstancias personales. Es muy importante que las tareas que elijas las realices siempre en el mismo horario con el objetivo de que el hábito se asiente con más fuerza.
Llama a algún amigo o familiar: Establece un momento del día parar realizar una llamada telefónica (o videollamada) a algún amigo o familiar.
Haz algo de ejercicio: Dentro de lo que cabe tenemos la suerte de que esta pandemia ha llegado en un momento en el que tenemos posibilidades ilimitadas a nuestro alcance gracias a Internet. Puedes encontrar miles de videos en Youtube con entrenadores personales haciendo distintos ejercicios aptos para cualquier nivel. También existen infinidad de apps de deporte para facilitarte la tarea.
Medita: La meditación, y en concreto el Mindfulness, es una herramienta fantástica para recuperar el equilibrio mental. La falta de tiempo ya no es una excusa. Busca ese horario y espacio de tranquilidad en el que puedas retirarte y meditar durante unos minutos. Al igual que ocurría con el deporte, existen múltiples apps y meditaciones guiadas para ayudarte a que adquieras el hábito.
Cuida la alimentación: Ya sabes lo que se dice, «Mens sana in corpore sano». Uno de los síntomas de la depresión es la alteración de los hábitos alimenticios (ya sea por exceso o por defecto).Estar todo el día en casa no implica comer cualquier cosa que se te antoje ni pasarte todo el día picando de la nevera. Establece horarios claros de comida y no comas fuera de ellos. Además ya no existe la excusa de la falta de tiempo por cocinar, puedes dedicarle un tiempo muy valioso a la cocina para preparar platos sanos y nutritivos.
Cuida la higiene: Aunque no tengas que salir a la calle y nadie te vaya a ver, es muy importante seguir unos hábitos básicos de higiene que, además de sus efectos positivos obvios, contribuirán a que incrementes la percepción de control sobre tu propia vida.
Este artículo no deja de ser una pauta para que puedas aplicar una rutina en tu día a día. Si crees que tus síntomas de depresión han empeorado y no remiten más allá de los esfuerzos de adaptación por los que todos hemos pasado, entonces deberías valorar contactar con un profesional para que pueda tenderte esa mano de ayuda que necesitas